Si has llegado hasta aquí, posiblemente busques un cambio significativo en tu vida y probablemente te llame la atención el Coaching.
Enhorabuena! Quiero que sepas que has elegido una potente herramienta para lograr un reto que te viene rondando por la cabeza hace algún tiempo.
Hay innumerables definiciones de lo que es el Coaching. Según ICF, por ejemplo:
«El coaching profesional se fundamenta en una asociación con clientes en un proceso de acompañamiento reflexivo y creativo que les inspira a maximizar su potencial personal y profesional».
Durante mi formación como Coach (yo la he realizado en la Escuela Europea de Coaching y mi valoración no puede ser más positiva), he sido invitado a desarrollar mi propia definición.
Yo defino el Coaching como un poderoso método en el que el Coach acompaña al Coachee* a indagar en sus valores, creencias y competencias y alinearlas con los objetivos de éste. Éste proceso se hace, además, desde la creencia de que todos tenemos enormes potenciales por descubrir y llevarlos a la práctica.
En los últimos años, el Coaching se ha convertido en una popular herramienta para empresas que hoy buscan objetivos más allá de lo ordinario y confían en el potencial de sus empleados, a quien ven más como socios extraordinarios que como activos de la empresa.
*En Coaching ontológico, el coachee es la persona que se somete al proceso de Coaching.